Éste ha sido un día extraño;
las estrellas se han elevado,
los brillos han brillado,
el cielo se ha iluminado.
Desde la infancia que no se había visto tal espectáculo,
donde la luna se escondiera,
y el cielo se prendiera,
donde la muerte se espantara,
y la vida hablara.
Hoy ha sido un día extraño;
he desafiado al maestro,
he asesinado al miedo,
He comido del pan de la victoria,
y me he embriagado con la sorna,
He reído con el pecado,
y he al amor albergado.
Hoy ha sido un día extraño,
los espíritus me han hablado,
he reído con sus recuerdos,
he llorado con sus consejos,
Sin lugar a dudas, he muerto y me he saneado.
Éste ha sido mi último día extraño,
las constelaciones se han alineado,
la vida se ha alterado,
y una vez más, en mis sueños tú has estado.
Hoy ha sido un día extraño,
te soñé, te amé y te pensé,
mas no he logrado,
nada más que llorar en silencio,
llorar en mi pecado.
Hoy ha sido un día extraño,
maté al silencio,
maté al poeta,
En mí quedaron los sedimentos,
de tan extraña proesa.
Y en tu labios partidos,
quedaron mis besos,
tus ropas
y de mi corazón,
sus latidos.
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