Maldito el día.

Maldito el día, en que Sol se apagó,
Maldito el día, en que la luz sombras se hizo,
Maldito el día, en que el unísono uno fue,
Maldito el día, en que la Luna se comió al Sol.

Que el tiempo diga lo que sea,
Vanadis, me fallaste,
Odín, me dejaste caer,
Freyja, de tus manos he de colgar,
pero al piso he de caer,
pues tus frases sabias,
abandonarme han hecho,
en momentos de pena y de furia,
la falta me ha consumido.

Dime mi señora,
si de ti digno soy,
si un caído soy,
si del pasado sombra soy,
si ahora, en mi pesar, tronfírica rabia soy,
terrorífica rabia filispensioza,
tristeza robírica del robo flospendioso.

Sangre negrurezca,
carga, sobrepeso,
el sol me he de comer,
entre mis labios de mierda, de basura,
¡A la mierda el mundo!
'A la mierda el corazón!
¡A la mierda el yo!
¡A la mierda el perdón!

Que la vida sigue, ¡y sin perdón!
Que la mierda vive, ¡y sin razón!
Que si de antes dos fue, dos serán.
Que si el vacío, de agua se llenó,
pronto ha de evaporar,
la razón sin razón del lópulo del perdón,
a la mierda palabras.

¡A la mierda razón!
Da lo mismo como se diga,
Da lo mismo como se sienta,
El hecho, hecho es,
y la razón, poco entiende,
mas las cosas empíricas de sí,
sí son,
y si la vida, cuentas me pide,
me río de ella,
y me río de ti,
que ahora soy,
la mierda que fui de ser,

Y en mi vida,
nada he de ser,
hasta que el fin ha de ver,
la vista voluminosa del prosperantum,
¡Es el fin!